Este año, para recordar a Gardel, elegimos contarles la increíble historia de Ricardo Bonapelch, aquel sujeto que era una especie de doble de Carlitos que lo imitaba en todo y que llegó hasta el crimen con tal de estar cerca del ídolo.
Su idolatría por Gardel era incontenible, imitaba sus ropas, giros de lenguaje, gestos y hasta pensó en retocar su rostro mediante cirugías estéticas. Llegó incluso a participar en varias oportunidades en audiciones radiales bajo el seudónimo de "Bona", copiando de Gardel hasta el estilo de sus guitarristas.
Bonapelch reducía su papel al de mero espejo y, mago a su modo, convertía los deseos de
Gardel en realidades tangibles.
Sentía un placer enorme al hacerle regalos, como el anillo de brillantes que llevaba en el fatídico accidente de Medellín; o los trajes que compraba por cuadruplicado, dos para el modelo y dos para el imitador; o los vuelos Buenos Aires - Montevideo que solventaba con el fin de poder tenerlo cerca.
El relato es apasionante, pueden escucharlo bajando el archivo de audio de aquí:
Apertura Ricardo Bonapelch 1:
http://www.mediafire.com/?e0zm9m9ndxxApertura Ricardo Bonaplech 2:
http://www.mediafire.com/?uylmgpkycyh
Ilusión. Hay quienes viven de las ilusiones. El problema se presenta cuando no medimos las consecuencias de nuestros actos y después nos la tenemos que bancar.
