El Domingo pasado nos sumergimos en la vida y la obra de la gran Tita Merello. La de Tita, es un testimonio increíble del espíritu artístico que surge de la nada absoluta hasta llegar al corazón del gran público.
Tita fue una rara mezcla de rea lunfa y mujer fatal. Fue La morocha argentina. Y también una arrabalera de enorme carácter. El Domingo disfrutamos al recordarla y traerla a nuestro presente. A decir verdad, nos quedamos con gusto a poco. Pero igual, siempre andamos volviendo.
Subimos el audio del bloque de apertura que estuvo a cargo de un zigzageante Oscar Reina, esta vez absuelto ¡Otra vez! tan solo por la calidad de la homenajeada de la noche. Pueden testimoniarlo ustedes mismos -si quieren- aquí: http://www.mediafire.com/?dvx5swmvu0s
Y la historia de la noche estuvo centrada en una escena que a nosotros se nos ocurrió fantasmal.
Tenemos el recuerdo instalado en la memoria asociando a la localidad de Palmira con una época poco feliz de la Argentina como lo fué, efectivamente, la época del menemismo.
Aquí tenemos una visión de Palmira asaltando la imaginación de los conductores de Un reo meditabundo.
Vimos un pueblo desolado pero con un pasado tan poderoso que puede desbordarse detrás de una puerta. realismo mágico insolado, le llamaríamos nosotros aquí, los cuyanos. Fíjese si no: http://www.mediafire.com/?8mm0zqyoobk
Tita fue una rara mezcla de rea lunfa y mujer fatal. Fue La morocha argentina. Y también una arrabalera de enorme carácter. El Domingo disfrutamos al recordarla y traerla a nuestro presente. A decir verdad, nos quedamos con gusto a poco. Pero igual, siempre andamos volviendo.
Subimos el audio del bloque de apertura que estuvo a cargo de un zigzageante Oscar Reina, esta vez absuelto ¡Otra vez! tan solo por la calidad de la homenajeada de la noche. Pueden testimoniarlo ustedes mismos -si quieren- aquí: http://www.mediafire.com/?dvx5swmvu0s
Y la historia de la noche estuvo centrada en una escena que a nosotros se nos ocurrió fantasmal.
Tenemos el recuerdo instalado en la memoria asociando a la localidad de Palmira con una época poco feliz de la Argentina como lo fué, efectivamente, la época del menemismo.
Aquí tenemos una visión de Palmira asaltando la imaginación de los conductores de Un reo meditabundo.
Vimos un pueblo desolado pero con un pasado tan poderoso que puede desbordarse detrás de una puerta. realismo mágico insolado, le llamaríamos nosotros aquí, los cuyanos. Fíjese si no: http://www.mediafire.com/?8mm0zqyoobk
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